COVID: un interludio

El otoño es mi estación favorita. Siempre me ha encantado cuando—luego de un seco y caluroso verano en Santiago—comienzan a regresar los días nublados, las mañanas frías y las primeras lluvias. Además desde que tengo la moto valoro mucho que los días sean más frescos y los paisajes más hermosos (árboles naranjos, cielo con nubes…), por lo que disfruto mucho de salir a recorrer las afueras de Santiago estos meses.

Durante este verano esperaba con ansias la llegada del otoño para poder recorrer algún lugar, a pesar de que tuve la oportunidad de salir esos meses. De vez en cuando al cruzarme frente a la TV escuchaba sobre un nuevo coronavirus en China. Preferí ahorrar y esperar, “aprovecharé estos meses que vienen”, ya que años anteriores el tener pocos ahorros me impedía salir tanto como me gustaría. El 3 de marzo apareció el primer caso en Chile. Cuando faltaban 10 días para el cambio de estación—el 11 de Marzo—se declaraba este nuevo virus como pandemia. Una semana después, en Chile se declara Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe… Y así entramos a mi estación favorita: con toque de queda, cuarentenas parciales, poca seriedad de las autoridades, y actualmente cuarentenas más estrictas.

Sé que nadie ha quedado al margen de todo esto y que a todos les ha afectado en mayor o menor medida. Los días nublados que esperaba han llegado, aunque en forma de nubes negras y tormentosas, que se han dejado caer más fuerte sobre algunos que otros, a pesar de que en el cielo el sol siga brillando con fuerza.

Lago Icalma, Araucanía.

Lamento no haber salido mientras tuve la oportunidad, y es que en este momento creo que lo más importante es moverse lo menos posible hasta que pase la ola. Confío en que pasará más temprano que tarde, y hasta entonces Gilrain permanecerá en “el hangar”, aunque a ninguno de los dos nos guste…

Mientras tanto, haré lo posible por seguir escribiendo con regularidad. Quizá no tenga aventuras nuevas que compartir, pero a veces hay cosas entretenidas que recordar del pasado, además de ser una buena oportunidad para que todos aprovechemos de pensar qué nos gustaría hacer cuando pase todo esto, como en qué lugares visitar. Estas semanas por lo menos, gracias al tiempo libre e iNaturalist, pude redescubrir mi pasión dormida por las lagartijas y las mariposas, por lo que he dedicado muchas horas—demasiadas, según mi pareja—al día a estudiar estos dos grupos de animales.

Lagartija leopardo en Farellones
Lagarto leopardo (Liolaemus leopardinus)
Mariposa de la tarde (Vanessa carye)

Espero que sin importar desde donde lean esto, se mantengan bien y a salvo en estos momentos, ya podremos volver “ahí afuera”—sea esto la ciudad, el campo, la naturaleza, la montaña—y compartir con quienes extrañamos. Ya vendrá un nuevo día, por ahora ¡a mantenerse fuertes!

Laguna Batuco, Región Metropolitana. (Censo invernal de piuquenes)

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