La primera lluvia en un tiempo: mi primera caída en moto

Ayer fue un hermoso día en Santiago de Chile. Estamos en medio de una sequía complicada y se había anunciado algo de lluvia. Tuve que salir en la moto a hacer unos encargos y comenzó a llover. La primera lluvia en meses, en medio del verano (lo que es raro aquí).

Cuando la lluvia se detuvo un poco, decidí que era el momento de regresar a mi casa. El cielo estaba precioso y el aire era refrescante.

Me detuve a tomar esta foto y seguí hasta una luz roja, puse primera y lentamente doblé en esa esquina. Lo que sigue ocurrió en dos segundos: «¡oh! la rueda trasera sigue abriéndose, oh no, ¡definitivamente deslizándose!», intenté enderezar la moto un poco, pero entonces la rueda delantera estaba deslizándose también.

¡AFORTUNADAMENTE! No recuerdo ni sentí haber golpeado el pavimento yo mismo, sólo el sonido de la moto deslizándose.

El auto que doblaba atrás de mí bajó la velocidad y siguió su camino, oh bueno.
No tuve problemas recogiendo la moto y la moví a un lado de la calle para hacer una revisión de daños. Sólo dos puntos se rasparon: el cubre puño y el pedal. (Nada que un poco de lija no pueda arreglar).

Así que, dejando de lado la primera vez que se me cayó la moto a velocidad de caminata sobre el hielo de Farellones, esta fue mi primera caída en la calle, totalmente inesperada.

Creo que pudo haber sido peor, ni siquiera me puse agitado o me estresé más de la cuenta, así que doy las gracias a mi equipo completo de protección (noté que mi bota tenía un poco de rasguños, pero no sentí nada, ¡así que excelente!) y a los cubre puños Barkbusters, esas cosas me han salvado los manillares un par de veces ya (¡y ahora probablemente mi mano!).

Siempre recuerdo las palabras de advertencia de mi papá diciendo que la primera lluvia ligera es la más peligrosa para conducir, debido a que todos los aceites acumulados en la calle crean una pelígula resbalosa, sin suficiente lluvia para lavarlos y removerlos. Sólo un poco antes de que me cayera había visto un auto chocado con otro probablemente por la misma razón.

¡Tengan cuidado cuando caiga la primera lluvia! Recuerden (quienes conducen) que andan sobre todo este desastre aceitoso.