Honda XR 250 Tornado – Reseña 50.000+ km

El 5 de abril cumplí 6 años con mi moto, Gilrain, una Honda XR250 Tornado del año 2015.

¡Y a fines del año pasado alcanzó los 50.000 km!

Tablero de la Honda XR250 Tornado mostrando el odómetro.

A pesar de que la compré usada, con apenas 7.000 km, le he sumado 48.000 km en estos seis años, por lo que a la fecha lleva un total de 54.000 km. Por lo tanto, la mayor parte (87%) de su vida la ha pasado conmigo.

No quiero partir sin recordar que es mi primera y única moto. O al menos lo era hasta hace un mes, porque ahora tengo un punto de comparación con mi CB500X. Me gustaría compartir mi experiencia con la Tornado en un review, por muy subjetivo que resulte.


Brevísima historia del modelo

Para comenzar, Honda Brasil fabricó la XR250 Tornado a partir del año 2001. Probablemente fue inspirada en cierta forma por su pariente japonesa XR250L (descontinuada en 2002), y fue vendida principalmente en Latinoamérica. La mía, del 2015, fue del último año que llegó a Chile. También fue una de las últimas fabricadas en Brasil, ya que posteriormente la fabricación pasó a Honda Argentina, donde sigue en producción hasta hoy y es un modelo muy popular.

Aparte de un par de cambios estéticos en sus primeros años (plásticos del estanque y silenciador), el modelo se ha mantenido prácticamente sin cambios más allá de los stickers.

A lo largo de los 20+ años que tiene el modelo, han existido 9 coloridas variantes: Negro (NH1), Blanco Ross (NH196), Azul Storm (PB319R), Azul Penedo (PB337), Azul Buruti (PB362), Rojo Maceió (R206), Rojo Caucaia (R286 / R286R), Amarillo Trancoso (Y197), Naranjo Canoa (YR288).

Mi Honda XR250 Tornado con maleta, alforja y cubre puños.
Gilrain, mi XR250 Tornado color rojo caucaia y con todo su equipo.

Resumen de especificaciones técnicas

Cilindrada: 249 cc | 1 cilindro
Relación de compresión: 9,3 : 1
Potencia máxima: 23,3 HP @ 7.500 rpm
Torque máximo: 23,7 Nm @ 6.000 rpm
Altura de asiento: 880 mm
Peso en orden de marcha: 143 kg
Capacidad del estanque: 11,5 L


Partiré por lo negativo de la moto, ya que cronológicamente mi experiencia con la moto inició así poco después de la compra. Aunque después viene todo lo bueno.

El talón de Aquiles: transpiración de aceite en la base del cilindro.

En mi experiencia, el único punto que arruina un poco su reputación es la eventual filtración de aceite por las empaquetaduras del cilindro. Lo que cualquier momento de la vida de la moto puede manifestarse.

En un intento de estimar la incidencia del problema, hice una encuesta en un grupo de Facebook de la Tornado (el de más miembros). Allí, el 40% de quienes respondieron indican que han tenido el problema. Con esto puede considerarse una falla de fábrica más que algo casual.

Lamentablemente poco después de comprarla, a los cuatro meses, la falla se manifestó a los 10.000 km. Luego de leer sobre el tema—y que era difícil de reparar (de forma definitiva), además de costoso—decidí hacer el esfuerzo y llevarla al concesionario de Honda (por la garantía). Me dijeron que se había hecho un recall, pero estaba fuera de garantía y plazo. ¿Qué tan malo puede ser? Terrible. Durante las siguientes semanas la llevé 7 veces, porque persistía la filtración o aparecía otra nueva, y estuvo, sumando todo, 30 días en el taller y costó $160.000 CLP. Fueron días frustrantes en los que incluso lamenté la compra. Sólo 4 meses con la moto y apareció el problema. Pero finalmente “quedó arreglada”. Pero mi mente quedó siempre con el temor de que volvería…

Motor de Honda XR250 Tornado con filtración de aceite.
Así lucía el motor permanentemente, a menos que lo limpiara a diario, lo cual no siempre se puede.

¡Y volvió! A los 30.000 km volvió, dos años después de repararla. Hasta ahora es leve y lavable, pero creo que irá empeorando. Espero que sea lento y alejar lo más posible en el tiempo el tener que repararla nuevamente. En resumen, llevo más de 3 años con el motor transpirando aceite. A veces es poco y otras veces es mayor. Se nota especialmente luego de que el motor queda embarrado, así que debo limpiarlo muy frecuentemente.

Ahora lo positivo: ¡la moto es indestructible y capaz de todo!

Dejaremos de lado el punto anterior, que realmente es lo único negativo que le pude encontrar a la moto. Teniendo en cuenta obviamente que es una doble propósito monocilíndrica de 250cc (no es muy veloz, vibra bastante y el asiento es una tabla de planchar), es una moto capaz de llegar a cualquier lugar. Este factor fue mi criterio principal al momento de elegir mi primera moto.

El peor camino que he recorrido, en Altos del Tupungato.
Motor

Como mencionaba, no es muy rápida al acelerar o en autopista, aunque por mi forma de conducir, bastante relajado, nunca ha sido algo que me afecte mucho. Por otra parte, en caminos malos o pendientes sin pavimentar, el motor se desempeña muy bien y, gracias a su desempeño a bajas revoluciones, tiene la capacidad de subir lo que sea. Al momento de andar dos personas sobre ella se hace más evidente la limitación del motor, especialmente en la autopista.

Siendo un modelo del 2001 se imaginarán que es carburada, lo que a veces en las mañanas más frías del invierno hacía que costara que se despertara (comparto el sentimiento). De todas formas, el encendido electrónico ayuda bastante para no tener que estar sacando músculos en el frío. Asociado también al carburador está el efecto de la altura, que las veces que andaba cercano a los 3000 m de altura de vez en cuando se saltaba alguna detonación y se notaba la falta de aire. Sin embargo, nunca me significó un problema. Es probable que en rutas más altas se vuelva un problema si no se compensa de alguna forma.

Mi Honda XR250 Tornado con barro en su motor y costado.
El barro colorado de El Yeso en el Cajón del Maipo.
Ergonomía

esto no fue tan evidente en primera instancia, sino que al compararla con la CB500X. Mido 1,90 m y la Tornado era la moto perfecta para mi altura. Sin modificarle nada, se siente bastante cómoda respecto a la postura. Si hablamos respecto al asiento, éste es terrible en recorridos largos, una verdadera tabla de planchar. En viajes por autopista resulta algo agotador ir con el viento de frente (sin parabrisas) después de un par de horas.

Yo en mi Honda XR250 Tornado en la cordillera, Farellones.
Dando vueltas por Farellones y los acantilados.
Manejo

La Tornado es capaz de andar por el peor camino, pasar sobre cualquier obstáculo y sigue sintiéndose estable. Nunca usé otro modelo de neumáticos, los Metzeler Enduro 3 Sahara, pues servían muy bien para mis recorridos y me daban seguridad suficiente en toda situación. Usé la moto en situaciones de muchísimo barro, piedras sueltas e irregularidades. Honestamente, el único límite que sentí era mi propia habilidad, la moto tenía potencial de sobra para todo. La amortiguación es buena para que no rebote al pasar por irregularidades y mantenerse estable en cualquier terreno.

Honda XR250 Tornado en la Cuesta Las Raíces, Araucanía.
En la Araucanía, bajando la Cuesta Las Raíces después de que empezara a nevar.
Rendimiento

Posiblemente asociado a mi forma de conducir relajada, sin abusar de altas revoluciones, la moto me dio un rendimiento promedio de 30 km/L. Usé la aplicación Fuelio para registrar todos los gastos (¡excelente app gratuita!), por lo que este cálculo de rendimiento se basa en 225 estanques llenos a lo largo de los seis años que la tuve.

Honda XR250 Tornado en camino forestal.
Una de las tantas rutas forestales en la Araucanía, casi terminando la visita fugaz a esa región.
Mantenciones

Desde chico me ha gustado desarmar cosas, entender cómo funcionan internamente e, idealmente, ser capaz de reparar algo que esté fallando. Algo que me gustó de esta moto fue la facilidad para hacer varias partes de la mantención yo mismo. El ciclo de mantenciones de la Tornado hacía que cada 3.000 km tuviera que tomar la caja de herramientas y hacerle alguna cosa.

Lo más frecuente es la cadena de transmisión. La cadena D.I.D 520 VD original me duró hasta los 54.000 km, limpiándola y lubricándola cada 1.000 km o después de un viaje particularmente embarrado en invierno.

Durante los años que la tuve usé siempre aceite mineral, el cual cambiaba cada 3.000 km, y reemplazando el filtro de aceite cambio por medio, es decir, cada 6.000 km. También aprovechaba de sacar las pastillas y las balatas de freno para lijar levemente y remover la fina cristalización de su superficie. Hacer esto es fácil, aunque remover la rueda trasera era un poco más cansador. La lubricación de las piolas de embrague y acelerador es fácil, ya que desarmar esas partes en el manubrio no es complicado, aunque rearmar el acelerador tiene una mañana que toma un tiempo aprender.

Las otras mantenciones son cada 12.000 km o anuales. El cambio de filtro de aire es lo más sencillo del mundo, incluso aprovechaba los cambios de aceite para sacarlo y sacudirlo un poco. El cambio del líquido de frenos es fácil y sólo requiere encontrar una manguera que pongas en el cáliper para drenarlo, lo demás es tener cuidado de evitar que entre aire al sistema (¡y no derramar sobre la moto!). Otra cosa genial es que cambiar la bujía puede hacerse sin tener que desarmar nada de la moto. Yo tenía la llave para bujías más básica y, con un poco de paciencia, se lograba sacar desde el costado.

Recuerdo cuando iba a realizar el primer cambio de bujía yo mismo y “el doctor”, como lo llamaron en un taller, me dijo “¿La Honda Tornado? ¿Esa a la que hay que sacarle todo? Porque hay que sacar asiento, estanque y hasta radiador para acceder a la bujía”. Como imaginarán nunca volví a acercarme al lugar.

Una de las cosas a las que nunca me acerqué fue al carburador. El cual, hasta donde he visto y leído, es una aventura de un buen par de horas poder acceder hasta su posición.

Existe un blog que tiene excelentes recursos sobre la XR250 Tornado, además de disponer del manual del propietario y el manual de servicio en español.

Iman revisando que el motor esté frío.
Nico alargando los días de la moto en el taller.

Ahora toca dejarla ir

Luego de 54.974 km en el odómetro, y mis primeros 47.898 km de moto en la vida, ha llegado el upgrade a la CB500X. Y también el triste momento de separarme de mi querida Gilrain. Si bien es entretenido fantasear con conservarla por cariño… No quiero convertirme (aún más) en alguien que guarda cosas porque sí. Además que no soy alguien que puedan prescindir del dinero que significa no venderla.

Ayer, 15 de septiembre, mi viejo amigo Max finalmente volvió a encender su motor, luego de tres meses inactiva, y se la llevó como su nueva moto. Él ya llevaba casi medio año sin moto, luego de que un automovilista despistado lo chocara en una luz roja. Su moto quedó completamente destruida. ¡Afortunadamente salió caminando del choque! Importante recordatorio de usar todo el equipo de protecciones. Esperando que la Tornado siga recorriendo y le dure mucho tiempo. (¡Más te vale que manejes con cuidado!)

Mi amigo Max luego de comprar mi Honda XR250 Tornado.

P.D.: Actualización 6-nov-2024

Recibí la triste y frustrante noticia de que mi querida Tornado fue robada en el barrio Lastarria, en Santiago. Rompieron el candado de disco con el que la dejaron estacionada y se la llevaron. Después de Max, creo que soy el segundo que más lamenta este robo. Me entristece recordar tantas aventuras que pasamos y luego pensar que su paradero es desconocido, en manos de algún maldito.

Comentarios

Una respuesta a “Honda XR 250 Tornado – Reseña 50.000+ km”

  1. Avatar de Yusselfy Harvey Buitrago Aguirre
    Yusselfy Harvey Buitrago Aguirre

    excelente informacion. gracias me da a entender que podre tener mi tornado por muchos años y que me lleve a muchos lugares sin importar que tan difícil sera llegar alli, desde Colombia. un saludo.

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