Otro verano acaba y estando a las puertas del otoño (¡la mejor estación!) se cumplen nueve meses desde que conseguí mi Honda CB500X, Gwaihir.
A las pocas semanas de adquirida decidí instalarle unas defensas, me opté por las Givi (TNH1171) ya que he tenido buena experiencia con sus maletas y alforjas, aunque también consideré otras marcas. Por lo que cuando tenía casi 7.000 km en el odómetro, le sumé las protecciones a mi moto. Lo que pocos usuarios saben es que este puede ser el primer paso de un camino hasta el desastre…
Aprovecharé este espacio para compartir una pésima experiencia con el concesionario Honda Procircuit de Lira y su “mecánico”, que pudo terminar con mi moto destruída y quizá yo también. Cuando compré las defensas ahí y me di cuenta que eran algo más grandes de lo que podría cargar a mi casa, preferí que las instalaran ahí mismo, a pesar de que me habría encantado hacerlo yo mismo (soy de los que mientras más cosas pueda aprender a hacerle yo a las motos, mejor). Fue tremendo error, ya que a los pocos días noté que vibraban mucho, las inspeccioné y les faltaba una cantidad importante de pequeñas piezas (golillas varias, gomas de amortiguación y unos espaciadores). Volví a reclamarlos y el mecánico, quien se puso a la defensiva de inmediato, sólo dijo con cara enojada “no siempre son necesarias. Pero está bien apretada, si tiene que aguantar una caída. ¿Está bien firme o no?”, me entregó las piezas de mala manera y sin mirarme a la cara. Había apretado los pernos excesivamente además, porque hubo un par que me fue imposible soltar con mis herramientas manuales. También se había quedado con los cuatro pernos originales con los que se sujeta el motor, los que también fue a buscar de mala manera y había guardado en su caja de herramientas…
Es muy común ver motos, especialmente las de mayor tamaño, con este tipo de defensas. Luego de seis años con mi delgada Honda XR250 Tornado, que no las necesitaba, tenía la noción de que con esta otra moto podría ser buena idea o necesario instalarle defensas.
Caídas de baja velocidad como la de la foto, más comunes en tierra que en pavimento, pueden ser donde más se lucen este tipo de defensas. ¡Excelente, las defensas fueron una buena decisión!, pensé. Oh, dulce ignorancia.
Y es que existe un problema potencialmente catastrófico con la instalación de este tipo de defensas en motos como la CB500X (que comparte el chasis con las CBR500R y CB500F) y tiene que ver con el tipo de chasis (conocido como diamante o cuna abierta/interrumpida). En este tipo de chasis el motor va prácticamente “colgando”, sujeto por pernos en distintos puntos y conformando parte del sistema estructural de la moto, por lo que ayuda a darle rigidez al sistema. En el caso de mi moto, los puntos de anclaje delanteros son especialmente importantes (abajo del escape). En sólo un mes, distintas personas compartieron casos de esto en grupos de Facebook pidiendo ayuda:
Si los pernos de esa parte se sueltan o se cortan y no te das cuenta, está ejerciéndose más tensión sobre uno de los dos lados, y si ambos llegan a cortarse, la horquilla y el sector delantero de la moto pierden soporte, aumenta la tensión en la mitad del chasis y termina quebrándose.
Las defensas suelen agravar el problema o darle una mayor probabilidad de suceder. He profundizado en el tema y la mayoría de las que he visto con ese quiebre han tenido defensas instaladas. Los pernos que trae originalmente son de acero grado 10,9 y algunas defensas usan grados menores, al menos los Givi son 8,8. Si los pernos se cortan o no se está revisando el torque, pasa lo del párrafo anterior. Mi moto estaba en la primera etapa de esa tragedia, lo noté en diciembre, con 11.000 km en el odómetro, apenas 4.000 km luego de la instalación. Y quizá cuántos kilómetros recorrí con el perno roto y borrando parte del hilo de la unión del motor.
Las vibraciones producidas por las defensas estresan más esos puntos. Y bueno, si bien es verdad que todas las caídas son diferentes, basta tener mala suerte con una caída estando detenida o una andando a mayor velocidad y la energía va directo a esos puntos. Las defensas, finalmente, van ancladas directo al motor, pero con el chasis entremedio.
Hay defensas que de por sí son de dudosa calidad(Aliexpress y otras cosas sin marca), cuya pernería podría no ser la mejor. También he visto casos de chasis dañado con marcas populares como Givi, Hepco Becker y SW-MOTECH… Así que en verdad es una cosa de suerte o mala suerte si nunca llega a manifestarse y vive 100.000 km sin problemas, o si se quiebra algo poco después de instalarlas.
Teniendo cubre puños sólidos como mis Barkbusters, sería suficiente para que una caída detenida o de baja velocidad en una superficie plana no llegará a tocar el motor, posiblemente tampoco los plásticos que lo rodean. En cambio, en una caída de alta velocidad hay otras cosas por las cuales preocuparse (¿qué tan lejos de la moto iré a caer? ¿será este el fin del Hombre Araña?), es en este tipo de caídas que resulta relativo qué tanto protegerán las defensas.
Tuve mal mala idea de probar volver a ponerle las defensas, ya que algunas personas no volvieron a tener problemas, pero bastaron 80 km apenas para notar que las vibraciones comenzaron a desgastar el aluminio del motor por dentro de la unión. Así que desterré las defensas para siempre, porque estaban embrujadas.
Finalmente, luego de mucho pensarlo, la lógica me mostró los dos caminos:
- le instalo las defensas y salvo los plásticos en una caída, a riesgo de que se dañe el chasis y el motor sin requerir una caída incluso.
- le saco las defensas y daño los plásticos en una caída, pero le evito al chasis y motor el riesgo de dañarse con el sólo andar sin caídas.
Opté por el segundo, esperando prolongar la vida de mi moto todo lo que pueda, ya que mi breve experiencia con las defensas me mostró el daño que pueden causar tanto al chasis como al motor.
Debo mantener bajo vigilancia el punto de anclaje dañado para determinar si la reparación fue efectiva y definitiva o si tendré que tomar otra medida. Y si bien me angustia pensar en las consecuencias desastrosas de este daño y lamento haber decidido instalarlas desde el principio, me alegro haberme dado cuenta a tiempo y no estar compartiendo fotos de mi querida Gwaihir con la columna rota de manera tan prematura.
¡Ahora a aprovechar el otoño para salir!
Deje un comentario